El pasado 29 de noviembre DiPaz realizó una rueda de prensa, en el Centro Francisco Palau, Carmelitas Misioneras – Cra. 27 #43-14, en donde sentó su opinión sobre la realidad nacional haciendo un llamado al Gobierno para que garantice la protesta social, para que actúe en concordancia con el Pacto por la vida y la protección de los líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos, que ha suscrito y se comprometa a velar por su protección efectiva. Asimismo, solicitó una implementación más vigorosa del Acuerdo Final de Paz para que se arraigue una paz estable y duradera, y la reactivación de los diálogos con el ELN.
Por Carolina Toro, DiPaz.
Bogotá, Cundinamarca. Vemos con profunda tristeza desde DiPaz que volvimos a tener ese fantasma del desplazamiento, las masacres, y los asesinatos de excombatientes, el reame son cerca de 5000 personas y el fortalecimiento del ELN, con cerca de 2500 efectivos actuando en 112 municipios. Nuestro deber es mantener la esperanza, el diálogo e instar a la comunidad para sumar fuerzas para exigir una estrategia clara para que tanto ese Gobierno como el siguiente avance en la implementación integral del Acuerdo.
Creemos que se puede consolidar la paz, que habrá que unirnos más como sectores sociales para defender un gobierno alternativo, de existir; para fortalecer la noviolencia con los sectores de las juventudes que ha sido clave en estas nuevas olas de cambio social, y para blindar la labor en la defensa y afirmación de los derechos humanos en Colombia, que sigue siendo estigmatizada y de alto riesgo, y en esa medida, exhortamos a continuarla como acción indispensable en la construcción de una paz estable y duradera.
Instamos al Gobierno Nacional a que, en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, garantice la protesta social y frente al recrudecimiento de la violencia y la violación de los derechos humanos de las comunidades, actúe en concordancia con el Pacto por la vida y la protección de los líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos, que ha suscrito y se comprometa a velar por su protección efectiva.
Asimismo, solicitamos una implementación más vigorosa del Acuerdo Final de Paz para que se arraigue una paz estable y duradera, que permita oportunidades de desarrollo, de seguridad y de paz para los territorios que sufren el rigor de la guerra. Es necesario que el Gobierno asegure que el proceso de reincorporación de excombatientes sea sostenible, que garantice la presencia integral del Estado en zona apartadas y marginales; y que refuerce el diálogo constructivo encaminado a fortalecer las condiciones para la reconciliación.
Creemos que se puede consolidar la paz, que habrá que unirnos más como sectores sociales para defender un gobierno alternativo, de existir; para fortalecer la noviolencia con los sectores de las juventudes que ha sido clave en estas nuevas olas de cambio social, y para blindar la labor en la defensa y afirmación de los derechos humanos en Colombia. Foto: Camilo Franco.
Pedimos que se reactive el diálogo con el ELN y oros grupos al margen de la ley. Reiteramos nuestra esperanza en la paz de Colombia, que sustentamos en el Jesús resucitado quien venció los poderes que producen empobrecimiento, violencia y muerte y nos impulsa a seguir trabajando por salidas a partir del diálogo a los conflictos que permita disfrutar del derecho a la paz, y en una acción pastoral que contribuya a la protección de las comunidades, de las personas amenazadas y a la reconciliación en nuestro país.
Martín da la palabra al padre Raúl Ortiz, de la Conferencia Episcopal; mientras se conecta da la palabra a algunos de los hermanos de la delegación internacional para que de su testimonio de la visita. Toma la palabra el reverendo Darío Barolin, de Aipral, quien da gracias a Dios por la oportunidad de encontrarse con los hermanos y las hermanas de Colombia, que están encarnando ese contexto de paz, llevamos juntas las huellas de las dificultades, la fe, la esperanza y las alegrías que trae el proceso de paz.
“Estuvimos juntos haciendo parte de ese grupo de diversas organizaciones que participaron como son: Qonakuy, PC USA; CMIR, Red CREARTE, Ministerio Globales, la Iglesia Unida Discípulos de Cristo y la Iglesia Unida de Canadá, que nos acompañó no presencialmente sino haciendo un seguimiento de esa comisión”, señaló Barolin.
Agradece el comunicado hecho por DiPaz. “En esas visitas pudimos ver y comprobar la realidad que atraviesan las comunidades. Vemos el proceso de paz, el compromiso asumido y vemos que sus avances son muy lentos, lo que está posibilitando un retorno de algunos a las armas y eso aumenta los desplazamientos y de una manera asciende el proceso de reiniciación. Esto lo vemos con preocupación”.
Además, agregó que han visto en la visita las dificultades tremendas en las que se encuentran las comunidades campesinas para salir adelante con sus productos, y al mismo tiempo poder vivir sin una situación de amenaza y peligro constante. Asimismo, pudimos ver la esperanza del pueblo colombiano. “Esa visita nos permitió ver la esperanza, nos permitió ver que la reconciliación es posible. Hemos visto a hermanos y a hermanas que pueden dar testimonio del dolor de la que han sido víctimas por la violencia armada, pero también pudimos ver en sus ojos que brilla la luz del perdón, de la reconciliación y de las ganas de seguir caminando juntas para conseguirlo. Damos gracias a Dios por ello”, señaló el reverendo.
Instamos al Gobierno Nacional a que, en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, garantice la protesta social y frente al recrudecimiento de la violencia y la violación de los derechos humanos de las comunidades, actúe en concordancia con el Pacto por la vida y la protección de los líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos, que ha suscrito. Foto. Camilo Franco, Independiente,
Vemos con tristeza que antes había comunidades campesinas en algunas zonas, y ahora hay grandes extensiones con empresas que tienen allí sus negocios. Denunciamos esto que está sucediendo. A los Hermanos de Dipaz les decimos: no están solo en estos esfuerzos, queremos caminar al lado y ser compañeros para descubrir juntos la esperanza en medio del pueblo que sufre, pero que también resiste. Muchas gracias y que Dios nos siga bendiciendo.
Martin Nates retoma la palabra y pide que alguien desde los territorios diga algo. Magalis Licona, miembro del Comité Ejecutivo de DiPaz, habla de la realidad que se vive en las regiones y que esá recogida en lo expresado en el pronunciamiento de DiPaz. “Estamos haciendo al acompañamiento necesario para todas estas personas que vienen en el proceso de DiPaz, pero también a las comunidades que han sufrido la pérdida de su territorio y los acompañamos en su lucha por su recuperación. Yo soy víctima también en la pérdida de familiares, y hay que seguir luchando, seguir avanzando con una impresionante preocupación porque aunque sigamos trabajando, hay momentos en los que nos sentimos solos en la lucha y vamos a los territorios y nos sentimos desprotegidos, y seguimos desarrollando y trabajando por esta paz que necesitamos”, señala Licona.
No tenemos la libertad para seguir trabajando y seguir aportando a estas comunidades que necesitan nuestro apoyo y requieren como personas esa protección y pedimos al Estado y a las diferentes personas que nos apoyen. “Estamos liderando el proceso en los ECTR en donde vemos las necesidades que nos manifiestan y por las cuales algunos vuelven a las armas, pero seguimos avanzando para que esto no vuelva atrás sino adelante. Seguimos luchando para que esto continúe”.
Martin dice que de DiPaz Suroccidente puede también dar su testimonio e invita a Gloria Orcué a que nos de su análisis. “Quiero aprovechar el espacio para romper el protocolo e invitarlos a que nos pongamos de pie y con un fuerte aplauso honremos la memoria de las víctimas y también alimentemos la esperanza de esos hombres y mujeres que desde los distintos territorios singuen luchando por la defensa de la vida, de la lucha y de la dignidad humana.
Después de una lluvia de aplausos, Gloria continúa ensalzando la labor de las defensoras de derechos humanos en el territorio en el cual se viven situaciones muy complicadas por las violencias, y señala las cargas que tienen que llevar a las mujeres por el desplazamiento y la desaparición forzada de sus hijos y sus esposos, y el empobrecimiento en sus territorios. Todos estos factores siguen siendo una de las causas de violencia que viven las mujeres. Seguimos firmes en la lucha por alcanzar esa paz, como todos los actores que hemos buscado una salida negociada a los conflictos.
Hace un llamado a que se escuchen la voz de las mujeres. “Seguimos clamando porque se cumplan los acuerdos. Ese pronunciamiento pretende que las mujeres fortalezcan también sus territorios, sus organizaciones y que continúen en el proceso de seguir clamando por la paz y construir esos procesos de reconciliación. La paz es posible si todos ponemos de nuestra parte porque la paz es un compromiso de todos y todas”.
Ryan Smith, del consejo mundial de iglesia, hace su intervención en inglés y el reverendo Barolin sirve de interprete. “El Consejo Mundial de Iglesia está conformado por varias iglesias que están muy contentas de estar acá acompañando esta visita y agradece la oportunidad. Continuamos trabajando junto a las comunidades para seguir acompañando el proceso de paz.
Desde la confianza internacional continuamos con Colombia y seguiremos analizando los alcances de los procesos de paz. Aún hay mucho por construir, pero seguimos comprometidos por que se sigan alcanzando las metas”.
Martín interviene y señala que es un buen momento para resaltar y agradecer toda la presencia internacional cuando un Gobierno se vuelve sordo frente a los justos reclamos de justicia. Hacemos un llamado como iglesia para seguir sumando esas voces que consigan que se implemente integralmente el Acuerdo de Paz.
Ahora intentamos la comunicación con la Conferencia Episcopal, después de unos breves momentos se logra establecer la comunicación, y antes de darle paso al padre Ortiz, Martín hace énfasis en que este tipo de espacios son una suma de esfuerzo para fortalecer los liderazgos desde distintos territorios. El padre Darío Ortiz Toro empieza por dar las gracias por la invitación y envía un saludo muy especial a todos lo que están unidos a través de la convocatoria de DiPaz, y asegura que como iglesias hermanadas están unidas para un mismo fin, que es el tema de la paz, que es lo que nos reúne esta mañana.
Empieza diciendo que por parte de la iglesia católica han habido unos pronunciamientos muy claros instando a que siempre haya paz en Colombia. “El obispo José Luis Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal ha animado a que todos nos unamos en favor de la paz y sobre todo a través de la mea culpa, que hace el obispo en nombre de la iglesia de Colombia, al reconocer en un comunicado de como la iglesia esta convencida del diálogo debe lograrse a través de la reconciliación y la paz, y el Obispo Rueda pide perdón por aquellas omisiones que hayamos cometido”.
Desde allí empieza el proceso de una paz personal, señala, y agrega que “reconocer que no somos perfectos, que nos hemos equivocado y que talvez como iglesia hemos omitido esfuerzos por lograr la paz. Me parece que los obispos están muy comprometidos con la implementación de la paz”. Asimismo, continúa diciendo que la iglesia seguirá apoyando un camino de reconciliación que parta del diálogo, del perdón y de escucharnos, de darle la voz a aquellos que no la tienen, que no ha sido escuchando y que no han sido tenidos en cuenta.
“Los obispos en Colombia tienen presente que la paz con estabilidad y con durabilidad que debe surgir del diálogo y de la escucha de los requerimientos de las personas que nunca han sido escuchadas. Luis José Rueda hace énfasis en esas dos cosas. Primero, en las comisiones que haya hecho la iglesia en algún momento, pero también un compromiso que es el saber escuchar y darles voz a aquellas personas que no la han tenido y así entablar diálogos. Eso se ha logrado desde la Pastoral Social e insistimos que entre las religiones podemos trabajar en ese diálogo y construir desde las diferencias”.
Martín le agradece al padre por todo ese trabajo, por el diálogo ecuménico por la paz y resalta el esfuerzo por trabajar desde los territorios, por fortalecer las iniciativa regionales de noviolencia y de reconciliación, y asegura que “Estamos firmes en seguir fortaleciendo estas alianzas entre las iglesias y los diálogos de fe, y agradecemos los esfuerzos que se han hecho, principalmente a Milton Mejía por su liderazgo como coordinador del Comité de Incidencia de DiPaz por este trabajo, al igual que todas las organizaciones que vienen trabajando por la paz desde los territorios porque esto permite seguir blindando los procesos de derechos humanos”.
Hemos hechos una sistematización de todos los esfuerzos y acciones humanitarias, de interrelación y acompañamiento a quienes ha decidido sumarle a la paz como los reincorporados, las víctimas, las mujeres y los jóvenes que vienen trabajando por la paz. Hemos sistematizado esas experiencias y reflejado una y otra vez desde DiPaz. Por eso reiteramos el título de nuestro pronunciamiento: Toda acción de paz la vemos como un símbolo de esperanza para la sociedad en su conjunto.
Un abrazo grande de solidaridad para las organizaciones internacionales que han estado en esta visita. Nuestro agradecimiento y el reconocimiento por cada una de las acciones que se hacen desde los territorios.
La delegación identificó cuatro actores interrelacionados que son: las mujeres víctimas de la violencia, la represión contra los jóvenes que se han movilizado, los campesinos en Caldono y los pueblos indígenas. Sobre ellos se debe trabajar y sostener un diálogo, aseguraron. Foto: Camilo Franco, Independiente.
Toma la palabra Milton para abrir la ronda de preguntas para el panel o para la delegación, internacional, cerca de 10 personas. Al no haber peguntas, pide que le den un aplauso por esta muestra de compromiso para con Colombia, ya que no fue fácil viajar en esos tiempos. Y agrega que más adelante más adelante vamos a tener una Vigilia Internacional para conocer de primera mano que vieron y que oyeron durante ese recorrido la delegación internacional.
Adelaida de la CUR, preguntó sobre cuál fue la percepción que se llevó la delegación en el tema de las mujeres relacionado con el conflicto y con la pandemia que también dejó unos rostro macabros, y que ha habido muchos abusos. A esto el reverendo Barolini respondió que “en efecto la mayoría de ellas eran mujeres, por lo menos en la región del Urabá y del Chocó, y ellas pudieron contar también el sanamiento que hay en el cuerpo de ellas, ahí comienza las dificultades grandes que surgen y se ven y un elemento importante y es la carencia en el sistema de salud, lo difícil que es acceder a él, es algo en lo que debemos trabajar porque es uno de los principales temas que surgieron en los procesos de capacitación y es cómo ellas pueden es justamente acceder a salud. Obviamente eso trasciende y se materializa en necesidades concretas en Colombia. Algo que se debe trabajar también en nuestros propios países”.
Hay mujeres que participaron desde la delegación. En ese momento Xiomara Citrón, de Ministerios Globales, toma la palabra y asegura que para complementar lo que está hablando de Dario Barolini, hay que decir que “si, que en las comunidades visitadas no existe un centro de salud cerca, pero ellas se han organizado y han hechos diferentes iniciativas para encargarse de ellas, de sus hijos y de su población. Se les vio bastante decididas. Un ejemplo es el de Pueblo Bello, en donde hay un proceso de sanación a través del Centro de Memoria, en donde se reúnen madres que trabajan por la comunidad y piden por cada uno de los desaparecidos”.
Allí se generan muchos caminos y muchos procesos, ellas no están quietas esperando a que lleguen a solucionarles, ellas están siempre buscando alternativas y buscando recursos”.
El pastor Luis le pregunta a la delegación ha escrito un poco sobre la relación del conflicto armado y el tema económico. Sobre esto Barolini dice que de pronto las personas que estuvieron en la ciudad de Cali pueden decir algo más, pero que en la región donde ellos estuvieron lo que percibieron fue que el conflicto armado, paso a ser un conflicto económico. “Es que no encuentro la palabra, pero hay instalaciones de grandes emprendimientos extensivos y extractivos en esa región que afectan a la población urbana y rural”. Nosotros no hemos tenido el tiempo de juntarnos y hacer una declaración conjunta.
Tomas Barolini, que estuvo en Cali, aseguró que “tuvimos la oportunidad de conversar con jóvenes de la primera línea y familiares de víctimas asesinadas dentro del paro y creemos, aunque no hemos tenido tiempo de juntarnos y estructurar toda la información, que hay un común denominador y es la situación de persecución y estigmatización frene a las opciones distintas”.
“Hemos sentido que como están asesinado a excombatientes, también están asesinado a líderes sociales que responden a dos variantes distintas a las formas de organización, y la misión por parte del Estado”. El reverendo Dario Barolin dice que agregando a la intervención de Tomas, ellos pudieron identificar cuatro actores interrelacionados que son: las mujeres víctimas de la violencia, la represión contra los jóvenes que se han movilizado, los campesinos en Caldono y los pueblos indígenas. Sobre ellos se debe trabajar y sostener un diálogo, sin forzar las cosas, para hablar de qué manera se reformar el sistema tributario para que no recaiga en el pueblo; y cómo puede coexistir ese esfuerzo que se hace desde los órganos cooperativos de los excombatientes para que surja el cooperativismo como una opción fuere frente a la lógica económica establecida.
Las iglesias dan solidaridad y de acompañamiento, pero también quieren hacer una denuncia en el marco de la reconciliación frente a esas realidades que han vivido. En este punto Milton dice que el grupo internacional necesita tiempo para alistar un pronunciamiento. También da los agradecimientos a todos los que se conectaron y a los medios que estuvieron presentes, da las gracias por el compromiso, por la solidaridad, e invita a las 1 para que todos se conecten a la IV Vigilia Internacional de solidaridad por Colombia.