Segundo domingo de cuaresma. Juan 3: 1- 17
Por Milton Mejía.
En este texto del evangelio Jesús invita a nacer de nuevo. Esta invitación para Nicodemo es incomprensible y pregunta: ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? La tradición cristiana ha entendido este texto bíblico como invitación a la conversión, la cual ha reducido a muchas veces a un cambio de iglesia o solo dejar practicas que son consideradas malas para la moral cristiana.
Si analizamos este texto bíblico desde lo que nos dice la ciencia hoy podemos entender mejor la invitación que hace Jesús. La ciencia nos dice que en nuestro cuerpo todos los días mueren y nacen nuevas células. Nuestro cuerpo se renueva y mantiene su buena salud por medio de este proceso y cuando no nacen nuevas células en nuestro cuerpo empezamos a morir. Jesús no tenía el conocimiento científico que tenemos hoy, pero por ser creador de la vida con Dios conocía este principio, que podemos llamar del espíritu, donde todos los días tenemos que nacer de nuevo para seguir viviendo. Otro dato que nos da la ciencia es que algo similar pasa con el conocimiento. Cuando no renovamos nuestra forma de pensar nuestros conocimientos se vuelven obsoletos, dejan de servir para que la vida se siga renovando y se convierten en una forma de pensar que produce muerte. Esta fue la critica de Jesús y Pablo a la ley la cual perdió su sentido hacer realidad el deseo de Dios de vida abundante para toda su creación.
En contexto colombiano podemos decir que reina una realidad de muerte. Parece que no tenemos una capacidad de proteger la vida y de hacer posible una vida digna para todas las personas que vivimos en nuestro país. El gobierno actual se empeña en proteger los intereses de un pequeño grupo de personas con mucho dinero, a quienes no les interesa la renovación de la vida social, política y económica. El resultado se empieza a ver en el incremento de la muerte en todas sus formas. Si no ponemos freno a esta forma de pensar y a las políticas de guerra y muerte que se imponen hoy nuestro país seguiremos contando muertos ante la indolencia de los gobernantes y la indiferencia de la opinión publica.
El llamado de Jesús sigue vigente. Necesitamos nacer de nuevo. Es urgente recuperar el valor de l vida para todas las personas y todo lo creado por Dios. Necesitamos un nuevo nacimiento, que es posible cuando renovamos nuestras ideas y nuestras relaciones con las personas y con la naturaleza, buscando siempre proteger a quienes son más débiles y que todos los seres humanos podemos disfrutar de la vida abundante que anuncia el evangelio.
Oremos para que Colombia pueda nacer de nuevo. Oremos para que quienes gobiernan elaboren e implementen políticas de vida. Oremos por todas las personas de buena voluntad que trabajan en la protección de la vida y en la construcción de paz como fruto de la justicia en Colombia y en el mundo.