El Pentecostés significa la llegada del Espíritu Santo que permitió a los primeros seguidores de Jesús después de la crucifixión y resurrección superar el miedo y salir con valentía a predicar la buenas nuevas de paz del evangelio en todo el mundo. En esta perspectiva el pentecostés inicia el sueño de Dios de una humanidad que, sin anular la diversidad de lenguas y culturas, como lo narra Hechos 2, acoge el evangelio como una invitación para vivir en paz.
Este sueño de una humanidad que vive en paz sigue siendo el deseo de Dios. El Papa Francisco en su homilía de pentecostés de este 28 de mayo, manifestó que en nuestro mundo hay “Muchas guerras, pensemos en las guerras, muchos conflictos; ¡parece increíble el mal que el hombre puede llegar a realizar! Pero, en realidad, lo que alimenta nuestras hostilidades es el espíritu de la división, el diablo, cuyo nombre significa precisamente “el que divide”.
Por su parte, el mensaje de los presidentes del Consejo Mundial de Iglesia para el día de pentecostés de 2023 señala que, “la Iglesia en todo el mundo tiene muchos idiomas locales, diferentes voces en las que se pronuncian las oraciones y contextos tan variados en los que se anhela la justicia y la paz.”
En Colombia, las personas que seguimos el evangelio de paz que anuncio y vivió Jesús necesitamos asumir el Pentecostés como un rechazo total a la guerra y las diversas violencias que dividen y nos impiden vivir en paz.
Dado que somos un país donde la mayoría de la ciudadanía se confiesa cristiana es necesario que al celebrar el Pentecostés tengamos la misma valentía de primero seguidores de Jesús para vencer el miedo y permitir que el Espíritu de Dios nos haga anunciadores y constructores de paz para contribuir con el sueño de Dios para la humanidad.
Rev. Milton Mejía Camargo
Coordinador Nacional de DIPAZ