Bogotá, 27 de noviembre de 2017.- DiPaz expresa su dolor e indignación por asesinato del líder Mario Castaño. «Yahveh dijo a Caín: ¿’ Dónde está tu hermano Abel?’ Contestó: ‘no sé. ¡Soy yo acaso el guarda de mi hermano?’ Replicó Yahveh: ‘ ¿qué has hecho? se oye la sangre de tu hermano clamar a mi desde el suelo…» (Gen 4, 9-10).
El Diálogo Intereclesial por la Paz, expresa su dolor, indignación y condena por el asesinato del que fue víctima el líder campesino del Consejo Comunitario de la Larga Tumaradó, Mario Castaño, el pasado domingo 26 de noviembre, luego de haber regresado a sus tierras.
Mario era miembro de las organización Comunidades Construyendo Paz en los Territorios, CONPAZ y a su vez ha estado acompañado por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, las dos organizaciones integrantes del diálogo Intereclesial por la paz-DiPaz- .
Este crimen perpetrado por paramilitares que operan en áreas con alta presencia de policía y ejército en la región de Urabá y Bajo Atrato, tal como lo hemos reportado en nuestros informes de veeduría, se suma de acuerdo con CONPAZ, al de tres miembros más de su organización y al de 150 líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados, luego de la firma del acuerdo de paz.
Recientemente DiPaz acompañó a lideres religiosos como el presidente de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, Chris Ferguson, y al Secretario General de la Federación Luterana Mundial, Martín Junge, entre otros, a reuniones con el alto gobierno en las que manifestaron su preocupación por el incremento de crímenes contra los líderes sociales, defensores de derechos humanos y de actuaciones de tipo paramilitar en los territorios.
Las iglesias y organizaciones nacionales e internacionales que hacemos parte de DiPaz manifestamos a la familia de Mario, a su comunidad, a las organizaciones de las que fue parte, nuestro compromiso como veedores, observadores, denunciantes de estos graves crímenes y nuestra disposición, con la fuerza del profetismo a que nos invita el Evangelio, a continuar apoyando las salidas Noviolentas que afirmen el ejercicio de los derechos humanos y la construcción de la paz como fruto de la justicia.