Hermanos y hermanas reciban saludos en esta Semana Santa donde como iglesias recordamos, celebramos y renovamos nuestro compromiso de seguir a Jesús quien nos dio ejemplo de las dificultades y las esperanzas que implican anunciar y vivir la buenas nuevas de paz.
Desde el Diálogo Intereclesial por la Paz-DiPaz y como Enviado Especial para los Procesos de Paz en Colombia del Consejo Mundial de Iglesias invitamos para que en estos días incluyan en los cultos un tiempo para orar por los procesos de paz que se están desarrollando en Colombia. Recordamos las palabras del Llamamiento Ecuménico a la Paz Justa que nos indica “Los pecados de la violencia y la guerra dividen profundamente a las comunidades. Reconciliarse con los enemigos y restablecer relaciones rotas es un proceso largo y un objetivo necesario».
Somos testigos que los procesos de paz en Colombia pasan por constantes crisis ya que “Los acuerdos de paz son a menudo precarios, provisionales e inadecuados. Los lugares donde se declara la paz aún pueden estar llenos de odio. Reparar el daño de la guerra y la violencia puede llevar más tiempo que el conflicto que lo causó. Pero lo que hay de paz a lo largo del camino, aunque sea imperfecta, es una promesa de las grandes cosas que nos esperan».
Por esta razón les invitamos a incluir en sus oraciones a Dios durante estos días para que las mesas de dialogo por la paz en Colombia superen las crisis que viven y se mantengan hasta lograr acuerdos que abran caminos a la reconciliación y abundancia de justicia para las víctimas de la violencia.
También en sus oraciones será importante clamar a nuestro Dios que tanto el Gobierno de la República de Colombia como los grupos armados escuchen la voz de las comunidades, sectores y lideres sociales para que detengan la confrontación armada que produce amenazas, el desplazamiento, muertes y tomen medidas que protejan la vida de quienes viven en los territorios afectador por el conflicto.
Les invitamos a orar y celebrar la esperanza que es posible vencer las violencias con las cuales siguen siendo crucificado quienes trabajan por la paz y vivir la Pascua de la Resurrección como lo enseñó Jesús, a partir de empezar nuevas relaciones que nos reconcilian y traigan justicia a los seres humanos y a toda la creación.
Bendecida Pascua de Resurrección. Muy fraternalmente.
Dr. Humberto Martín Shikiya – Enviado Especial para el Proceso de Paz en Colombia CMI
Rev. Milton Mejía – Coordinador Nacional de Dipaz