El pasado domingo 26 de febrero se llevó a cabo una Liturgia Ecuménica en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, en el cual participaron representantes de diferentes iglesias, incluyendo la iglesia católica y la iglesia luterana, así como diputados del Parlamento sueco y miembros del Gobierno de Colombia.
Cabe señalar, que la liturgia y el diálogo para la paz, fue organizado por la Iglesia Sueca, de la cual participaron delegados de la misma, junto con los parlamentarios suecos, quienes asistieron con el interés de conocer y valorar la importancia de su rol como acompañantes e identificar cuál ha sido el papel de la cooperación financiera y políticamente para la paz y el desarrollo en Colombia.
El encuentro inició con la liturgia, cuyo objetivo fue celebrar la fe de manera ecuménica, a partir de reflexiones y oraciones en torno al tema de la reconciliación. Además, se enfatizó en la importancia de trabajar en comunidad y mantener la esperanza para construir una sociedad en paz, justa y equitativa.
La liturgia, fue precedida por Monseñor Héctor Fabio Henao, en representación de la Iglesia Católica y el Obispo Atahualpa Hernández de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia. Asimismo, contó con la participación de delegados del Parlamento de Suecia, la Federación Luterana Mundial con su directiva en Colombia; el Secretariado Nacional de Pastoral Social, la Confederación de Religiosos de Colombia y miembros de Dipaz
Una vez finalizada la celebración ecuménica, los representantes de iglesias y parlamentarios suecos se reunieron con el canciller de Colombia Álvaro Leyva Durán. Durante el diálogo, se expresó la articulación de Suecia como país acompañante y los aportes desde las iglesias al Acuerdo. También se planteó la necesidad de buscar una solución pacífica al conflicto armado que ha afectado al país durante décadas.
Para Milton Mejía coordinador Nacional de Dipaz, es importante generar una estrategia nacional e internacional para hacer pedagogía de la paz, tanto a la sociedad civil como a la comunidad religiosa “porque creemos que es una gran responsabilidad dar un mensaje fuerte a favor de la paz y dar testimonios de que podemos trabajar juntos y superar las diferencias”.
Por su parte, la delegación sueca encabezada por John E Weinerhall, líder de la delegación en Colombia; Gudrun Brunegård, líder de la delegación en Guatemala; Mathias Tegnér y Janine Alm Ericson, portavoz de Riksdagen para la cooperación internacional para el desarrollo del Partido Verde, manifestaron su respaldo al pueblo colombiano y la importancia de llegar a consensos, sin importar la posición política o sentimiento religioso.
Además, Viviana Machuca miembro del comité de género de Dipaz, resaltó la necesidad de hacer un proceso de diálogo con las mujeres. De esta forma se fortalecen sus voces en los territorios, para “hacer pedagogía con las mujeres que desde sus sectores religiosos, estuvieron en contra de los Acuerdos de Paz” de manera que se pueda vincular la construcción de la paz y la justicia de género.
Por su parte, el canciller Leyva destacó los esfuerzos del Gobierno Gustavo Petro para la política de la Paz Total, donde se implemente un derecho a la verdad. A su vez, reconoce el apoyo que Colombia ha recibido del Suecia para las personas que solicitan el exilio en dicho país y se pregunta “¿cómo podemos diseñar a partir de la experiencia sueca, lo que significa el derecho al retorno que debe producir un derecho a la reparación?”. Porque “la paz se hace con la historia”, agregó.
La reunión fue considerada como un paso importante en el diálogo entre Suecia y Colombia, y un ejemplo de la importancia de buscar soluciones pacíficas y dialogadas a los conflictos sociales y políticos en el mundo.
El Encuentro Ecuménico y el Diálogo con los parlamentarios suecos. miembros de iglesias y el Gobierno de Colombia constituyen un esfuerzo importante para fomentar la cooperación y el diálogo entre diferentes actores sociales y políticos, con el fin de construir un país más justo y pacífico. En este sentido, es importante seguir promoviendo espacios de diálogo y colaboración entre las diferentes iglesias y los actores políticos y sociales, con el fin de superar las diferencias y construir un futuro mejor para todos.
Por: Danna Robayo


