Con la canción Después del ocaso -que contiene las fases de la experiencia realizada, y que además cuenta con un emotivo video clip bajo la producción de Fronteras Invisibles- se celebró con éxito el encuentro por la paz, la memoria, el perdón y la reconciliación, el 13 de noviembre del 2020 en la vereda La Esperanza, del municipio de Buenos Aires, Cauca, con el liderazgo de la comunidad cristiana menonita Cristo la Única Esperanza y DiPaz.
Por Carolina Toro
Santander de Quilichao, Cauca. El pasado 13 de noviembre de 2020 se llevó a cabo el evento conmemorativo en la vereda La Esperanza, del municipio de Buenos Aires, Cauca, el cual contó con la participación de la comunidad, excombatientes del ETCR de La Elvira y organismos multilaterales como la ONU, la CEV y la membresía regional.
Aquí se evidenciaron procesos locales de sociedad civil y de excombatientes que vienen apostándole a la construcción de paz en medio de las dificultades por las que atraviesa la implementación integral del Acuerdo de paz. Trabajo que se viene adelantando con los excombatientes del ETCR La Elvira desde julio del 2017, luego de los enfrentamientos del Ejército con las Farc en el polideportivo de esta vereda y que dejaron como saldo varias personas muertas.
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Bajo la consigna: “La paz y el amor, es el motivo perfecto para volvernos todos hermanos”, se dieron cita niños que le sonreían a la vida y que sostenían una bandera tricolor en sus manos; adultos y ancianos dispuestos a dar pasos de fe por su comunidad, una iglesia lista para ser un santuario de paz; y ex – combatientes de las Farc, que caminaban firmes hacia una vida distinta. Todos bajo una un mismo sentir, que no tiene en cuenta diferencias políticas, religiosas o sociales, sino la férrea voluntad de generar un espacio real que permitiera un arrepentimiento público y un perdón sincero, para establecer así la reconciliación entre víctimas y victimarios.
Todo durante esa noche fue abrazos, unión y mensajes por la reconciliación, para que al final en medio de un grupo de personas con velas encendidas, como sinónimo de una luz que desde la esperanza ilumina a todo el país, emergiera aquella reflexión convertida en placa de memoria, cuya principal enseñanza decía: “El perdón no es para quien lo merece, lo busca o lo pide. Sino para quien lo necesita, aunque no lo sepa”.