¿Dónde está, oh muerte tu victoria?
1ra Cor. 15:55.
El apóstol Pablo en 1ra de Cor. 15 cuando defiende la resurrección de Jesús y las esperanza que todos podemos resucitar finaliza con la pregunta: ¿Dónde está, oh muerte tu victoria? La pregunta referida a la muerte de Jesús, inmediatamente, nos recuerda su muerte violenta en la cruz. Pero revisando los evangelios observamos que Jesús sufrió diversas violencias: nació en un pesebre, lugar no apto para un ser humano y su familia tuvo que huir para proteger la vida de Jesús. Ya siendo adulto fue perseguido, vigilado, fue víctimas de mentiras, tomado preso de manera ilegal, torturado y crucificado, una de las muertes más violentas de su tiempo realizadas por quienes gobernaban.
A pesar de sufrir estas diversas violencias; Jesús se dedicó a anunciar y vivir la buenas nuevas de paz del evangelio.
Su vida se centró en organizar una comunidad de seguidores donde llamó a hombres de diversos grupos sociales de su tiempo, a mujeres, a personas esclavizadas y niños que eran excluidos y no contados en la sociedad judía.
Con estas personas creo una comunidad para anunciar el evangelio de paz recorriendo ciudades y educando al pueblo, curaba a quienes estaban enfermos y dio de comer a multitudes cuando fue necesario.
Jesús proclamó la llegada del Reino de Dios, que era otra otra forma de organizar la sociedad. En los evangelios no se relata ninguna acción donde Jesús haya usado la violencia, al contrario, rechazo esta cuando uno de sus discípulos quiso usar la espada para defenderlo y prefirió no usar los símbolos ni las figuras guerreristas de la historia de su pueblo.
La pascua que celebramos es la resurrección de Jesús, quien murió a causa de las diversas violencias en su tiempo, pero Dios lo resucitó. El mensaje es claro, Dios resucitó a quien dedicó su vida a la construcción de paz. De esta manera, la pascua cristiana es la victoria de la vida y de quienes son pacificadores en nuestras sociedades.
Jesús había dicho “Bienaventurado los pacificares porque serán llamados hijos de Dios”. La pascua inaugura un nuevo tiempo donde las violencias no tienen lugar ya que Dios ha dado la victoria a la vida y a quienes se dedican a la construcción de paz en nuestro mundo.
Rev. Milton Mejía
Coordinador nacional de Dipaz