Con un caluroso saludo a cargo de Miltón Mejía, de la Corporación Universitaria Reformada de Barranquilla, CUR, se llevó a cabo este 29 de noviembre de 2021, vía Facebook y Youtube, la IV Vigilia Internacional: Testimonio y llamado de la visita pastoral ecuménica a Colombia.
Por Carolina Toro, DiPaz.
Bogotá, Cundinamarca. El pasado lunes 29 de noviembre de 2021 a la 1 de la tarde se realizó, vía Facebook y youtube, la IV Vigilia Ecuménica Internacional denominada: Testimonio y llamado de la visita pastoral ecuménica a Colombia, organizada por el Diálogo Intereclesial por la Paz, DiPaz.
Este encuentro, contó con testimonios de las personas que conformaron la visita ecuménica internacional de solidaridad y acompañamiento pastoral a Colombia, que se realizó entre el 26 y 30 de noviembre, en el marco del V aniversario del acuerdo de paz, y cuyo objetivo fue manifestar solidaridad y acompañamiento a las iglesias y organizaciones ecuménicas en Colombia en su trabajo con las comunidades que son víctimas de la violencia y están construyendo paz.
Toma la palabra Darío Barolin, quién guiará esta vigilia. El reverendo agradece a Milton, y a las hermanos y hermanas por estar acompañando este espacio. Queremos comenzar nuestro encuentro invocando a Dios, pedimos a Xiomara Cintrón, que está por parte de Ministerios Globales, acompañando el trabajo de Justapaz, quién hará una oración.
Como Darío dijo queremos dar un momento para invocar y oramos: “Señor saber que estás con nosotros en esos momentos nos llena de paz, de gozo y de esperanza; pero este día te invocamos agradecidos y agradecidas sabiendo que estás presente y con nosotros y con cada uno de los lugares que visitamos en estos días, y los que no visitamos también porque nunca has estado ausente en nuestra realidad humana. Hoy nos disponemos a escuchar y hablar de las realidades de las que tú no eres ajeno para ver las historias de esperanza y reconciliación. Te pedimos que con esta vigilia podamos aprender, crecer, escuchar y profundizar la relación contigo y con los hermanos y hermanas para prepararnos mejor para vivir como tu pueblo”.
Luego escuchamos la canción: Himno de la Guardia Indígena titulada: “Guardia, fuerza”. Después de solucionar unos problemas técnicos, Barolin presenta el primer bloque de testimonios con los hermanos Josué Charbonnier, encargado de comunicaciones Aipral, y Tomas Barolin, de las iglesias Valdense, para que compartan lo que han visto en el territorio visitado.
Toma la palabra Josué que habla de su visita por Chocó y Antioquia. La delegación de la que él hizo parte fueron a Pueblo Bello, un pueblo de campesinos que ha sido víctima de la violencia, del conflicto armado, y a pesar de ello continúan en el territorio. “Fuimos a la Iglesia Presbiteriana, que se identifica como víctima. Escuchamos principalmente testimonios de las hermanas de cómo ha sido este proceso”, señaló.

Los excombatientes cuentan con una renta básica pero no es suficiente. Se han organizado en cooperativas que están funcionando, pero más por la voluntad de las personas que por el apoyo del Gobierno fueron algunas de las conclusiones de la visita ecuménica internacional de apoyo por Colombia. Foto: Camilo Franco, independiente.
Personas que siempre se han sentido víctimas de la violencia, contaban con orgullo de que pese a la violencia ellos no se movieron y siguieron allí. Gente comprometida con el proceso de paz, comprometida con esas circunstancias, con reconciliarse. Y por las realidades, principalmente por la pandemia, se sienten abandonadas, pero tienen la fuerza para seguir trabajando por el perdón, por la reconciliación desde la casa de la memoria en donde recuerdan a las víctimas.
También fuimos a Brisas donde un grupo de excombatientes nos cuentan las dificultades y las fortalezas, y reconocen la fuerza de seguir ahí y su compromiso con la paz. Fuimos a Caracolí en donde también hay víctimas de la violencia que han vivido, de las amenazas, del desplazamiento y esa sensación del estancamiento del proceso, pero la fortaleza de seguir resistiendo.
Toma la palabra Tomas, quien explica que su delegación fue al Valle del Cauca, a la ciudad de Cali y a Caldono en el Cauca. En ese lugar fueron desplazados comprando vidas humanas y espacios del pueblo y la voluntad de todas las personas para sumar al proceso de reconciliación de los excombatientes en ese proceso de paz. Sin embargo, notamos también algunas dificultades sobre todo la falta de garantías en los ECTCR (Antiguos Espacios de Capacitación y Reincorporación) que son procesos fundamentales.
En el Acuerdo de Paz están teniendo protagonismo y están notando la falta de compromiso del Estado en sacarlo adelante. Hay algo importante y es que no hay garantías frente a la realidad económica que viven los firmantes de paz. Los excombatientes cuentan con una renta básica pero no es suficiente. Se han organizado en cooperativas que están funcionando, pero más por la voluntad de las personas que por el apoyo del Gobierno.
El Gobierno busca desarticular ese cooperativismo dando prioridad a los procesos individual de reincorporación; y no reconociendo las NAR (Nuevas Zonas de Reincorporación) en donde hay un 70% de personas que han salido de las ETCR y se encuentran en pasos urbanos. Allí también hay una realidad difícil.
En ese panorama están teniendo un protagonismo importante las mujeres, nos solo para salvaguarda de su economía sino también de la reincorporación de los sectores más carenciados. Así lo vimos también en la resistencia en la ciudad de Cali. El 90% de las víctimas fueron afrocolombianos. Sin duda el proceso de reincorporación está tratando de ayudar a las personas más necesitas por la realidad misma que viven, porque hay procesos que benefician a las comunidades aledañas.
Hacemos una lectura a cargo de Carolina Toro, Coordinadora de Comunicaciones de DiPaz, del evangelio de Mateo 5 9-12. Que inspiran nuestro caminar en esa visita pastoral. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Fijaos y regocijaos porque la recompensa en el cielo es grande”.
Después Barolin pide que pase el segundo grupo de la vigilia y da las gracias. Se sienta en el panel Angie Morales, de ACT Alliance, y Alex Maldonado, de Ministerios Globales. Angie agradece el espacio ya que permite darle la voz a aquellos que no están aquí. Asegura que todas las comunidades que visitaron en el Urabá reclaman por el cumplimiento del acuerdo de paz, por reconocer a las víctimas, por más oportunidades para el campo.
Existen tres grupos claros que expresan sus vivencias y sus peticiones de maneras diversas. Está la comunidad religiosa, que nos indicaban que aprendieron mucho y agradecen haber sido reconocidos como víctimas de violencia armada, en definitiva, el perdón es lo que los guía en este proceso. Fue muy conmovedor que pesé al profundo sufrimiento que han vivido quieran buscar el perdón.
Para las comunidades del ETCR, se destaca su voluntad de ingresar a la sociedad, de contribuir con los acuerdos, y del cumplimiento de derechos humanos. Es muy conmovedor ver que no solo hablan de sus exigencias, sino también de las comunidades circundantes en el no cumplimiento de los derechos básicos, él no hacerlo no va a permitir finalizar esta guerra. Asimismo, piden la lucha por la desigualdad, porque todos los procesos de desarrollo siempre se vinculen a las comunidades circundantes con clave de igualdad. ¨Piden garantías a su seguridad y el cumplimiento de los acuerdos.
Y el área humanitaria hace el esfuerzo por mantenerse en el territorio, tienen una capacidad de resiliencia increíble. Piden el respeto por su territorio, por su vida, por su forma de vida; ellos no piden donaciones, ni proyectos, exigen es el respeto para seguir con sus formas de vida, que el gobierno tradicional los dignifiquen y que se garanticen la seguridad en los territorios para que los lideres no teman por sus vidas.

«Hay un reclamo ético del acompañamiento. La preocupación por la cantidad de grupos que van, sacan información, pero no hay un impacto en las regiones. (…) Ellos Destacan la importancia de ese apoyo, no están diciendo que no se les acompañen, están diciendo acompáñenos, pero tengan mayor sensibilidad, qué van a hacer con ese apoyo», señaló Maldonado en su intervención. Foto: Camilo Franco, Independiente.
“Me gustaría terminar resaltando el tema del legado. Ellos se van, son adultos mayores que están dispuestos a dejar su vida porque las generaciones futuras puedan vivir en paz y es necesario que la sociedad en su conjunto apoye ese principio de sostenibilidad. Hay unos intereses muy fueres sobre sus territorios por parte de los grupos ilegales que tienen presencia en esa zona. Ya para concluir vale la pena resaltar de las comunidades que hemos visitado, que están conformadas principalmente por comunidades afrodescendientes e indígenas. Tenemos una deuda histórica con esas poblaciones. No hay acueducto, no hay alcantarillado, no pueden acceder a la salud, los niños se enferman por cosas prevenibles. Tenemos un compromiso con esas comunidades. Lo que se pacto en los acuerdos es apenas lo básico para tener una sociedad justa y equitativa” indicó Angie.
Alex Maldonado, toma la palabra y explica que a ellos les correspondió la comunidad en Caldono y luego acompañar a jóvenes y madres de primera línea en Cali. “Quiero comenzar una cita de un líder Nasa en el marco del Festival Intercultural por la Paz en Caldono: ‘No nos dejen solos, la violencia no ha terminado’. A partir de ese comentario varias de las cosas que escuchamos en esos dos espacios tienen que ver con el apoyo y el acompañamiento y se vincula a los problemas de seguridad de esos lugares¨.
Hay un reclamo ético del acompañamiento, hay que preguntarse: ¿qué supone acompañar a esas comunidades? La preocupación por la cantidad de grupos que van, sacan información, pero no hay un impacto en las regiones. No hay una línea que conecte con la deuda que tenemos con esas comunidades. Ellos Destacan la importancia de ese apoyo, no están diciendo que no se les acompañen, están diciendo acompáñenos, pero tengan mayor sensibilidad, qué van a hacer con ese apoyo.
El sacerdote de la comunidad de Caldono hizo una pregunta que para nosotros fue muy fuerte, y es: ¿Hasta dónde nuestros espacios de fe brindan continuidad al proceso de conflicto o brindan sanidad? Hay un desafío para hacer cosas en medios de silencios impuestos que son muy grandes. Se resalta el silencio que hay en Caldono y la gran voz que hay en esos jóvenes en Cali. Esos silencios tienen que ver con grupos armados que impiden que puedan expresar lo que viven.
Hay un reclamo de capacitación. Hay un reclamo en continuidad de procesos educativos para los reincorporados. Capacitación de empresa para llevar los procesos que tienen porque a veces las capacidades tienen unos límites. Hay un reclamo por ver cómo nosotros desde los espacios urbanos podemos usar las capacidades de esas personas. Hay una desconexión profunda entre lo urbano y lo rural.
En esos espacios hay una invitación a la organización colectiva y no individual. El Estado ha hecho un esfuerzo por lograr descolectivizar cada trabajo sobre todo de reincorporados que vienen de una forma colectiva muy fuerte y se dan cuenta que cuando llegan a la vida civil solo puede vivir de una manera individual.
Debemos aprender de ese esfuerzo colectivo por llevar la vida de manera conjunta. Cómo se divulgan esos trabajos que ellos llevan a cabo en sus territorios. Y por último, y lo discutimos en Cali entre nosotros, y es cuáles y donde están las respuestas concretas posteriores al paro. Cuando hablamos de algo concreto como las respuestas médicas, económicas, sicosociales para los jóvenes. “Muchas organizaciones escuchan, pero no guardan compromisos. El reclamo es por el compromiso concreto”, señaló Maldonado.

Cris Ferguson resumía la tarea que se desprende de esa escucha: hay que, a raíz de los que estábamos escuchando, una tarea ética y una tarea metodológica. En esos dos marcos nos toca pensar cuál va a ser esa área que nos implica estos reclamos. Foto Camilo Franco, Independiente.
Barolini, da las gracias y agrega que frente a esa realidad se siguen soñando por un mundo mejor. Pide a Angie que no se vaya para que le ayude con la traducción y da la entrada a la canción Soñamos de Eliazar Torreglosa. Llega el nuevo panel que cerrará ese espacio.
Huberto Shikiya, Qonaquy, y Ryan Smith de CMI, voy a hablarles sobre las tareas que he tenido Mateo 5 16. En esa misma que tu luz ilumina a los otros también ellos podrían ver tus buenas obras y dar gloria a su padre quien está en el cielo. De la misma manera la verdad, DiPaz uniéndose con nosotros. El mundo puede ver nuestras asociaciones animados uno al otro y abogando juntos por la paz del pueblo colombiano.
Nosotros hablamos del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) de una comunidad de cristianos juntos, somos el ejemplo viviendo de comunidad, trabajando juntos y caminando lado a lado con el compromiso por una justicia y una paz duradera. Nuestras delegaciones han visitado comunidades y escuchados sus historias; juntos nos vamos a llevar esas historias a otros escenarios y vamos a rezar porque nuestras visitas estén llenas de paz duradera, llenas del jubilo de Dios.
Interviene el reverendo Barolin y le da la palabra a Humberto Shikiya, quien agradece al Reverendo y a Ryan por traer esa visión tan importante como codialogante de DiPaz, en términos de lo que es el nivel de acción y más de incidencia que hay que tener por una paz duradera y una paz con justicia. Parte de la organización que manejo, justamente defiende el desarrollo sostenible, pero con una paz duradera, pero para que eso sea así tiene que estar asociada la justicia. Hemos visto y hemos escuchado lo que efectivamente los dos grupos de acompañamiento hemos podido vivenciar.
Es una justicia hegemónica, económica, social y efectivamente con la justicia de Dios. En ese sentido desde los organismos internacionales tiene que haber una la solidaridad activa con una esperanza activa para que efectivamente podamos dar respuesta a los clamores que hemos escuchado, y seguiremos acompañando, pero de una manera mucho más concreta.
Que no sean solo visitas que realmente frustren a aquellos que esperan justicia, que son víctimas de situaciones violatorias de derechos humanos. Mujeres y jóvenes que están demando sus derechos en un ámbito que le es impropio y que le es de opresión.
En ese sentido nos tenemos que convertir en ser prójimo de aquel que efectivamente sufre, esa es nuestra aérea como organismos que estamos vinculados a nivel regional e internacional por esa paz duradera y sostenible por Colombia. Se da en el marco del quinto aniversario de los acuerdos de paz y también en la expectativa de un paro nacional, de marchas callejeras que se han hechos por esa justicia asociada a la paz.
Gracias Humberto, gracias, Angie. Vamos a cerrar y vamos a pedirle al hermano Chris Ferguson para la oración final, pero quiero decir que uno viene a esos espacios se sienta y escucha y sale fortalecido por la energía, sobre todo por la presencia de Dios, por ese pueblo que lucha, que no se deja vencer, que sigue adelante por el bien del país. Chris que vienen también de Qonaquy, adelante.
Bueno, todo el mundo desde los clamores del recuerdo fue un momento histórico, siempre debía llegar a los acuerdos de paz y al mismo tiempo un momento real de represión social donde pudimos ver al pueblo respondiendo a sus propios sufrimientos, exigiendo la vida y la dignidad. Desde esa convocatoria nos acercamos en oración.
Para las comunidades del ETCR, se destaca su voluntad de ingresar a la sociedad, de contribuir con los acuerdos, y del cumplimiento de derechos humanos. Es muy conmovedor ver que no solo hablan de sus exigencias, sino también de las comunidades circundantes en el no cumplimiento de los derechos básico. Foto. Camilo Franco, Independiente.
“Dios de la vida te damos gracias porque has odio los clamares de tu pueblo, has odio el clamor la creación, Dios danos justicia. Te damos gracias porque has visto el sufrimiento y la decadencia de un sistema económico militarizado alrededor de la pobreza y la desigualdad. Una violencia contra la vida y dignidad de los pueblos indígenas, afrodescendientes, mujeres, campesinos, jóvenes, los menos favorecidos, los marginados.
Tú has visto que no hay justicia para acercarnos. Dios de la paz que nos has acompañado como artesanos de la paz, Dios de amor te damos las gracias porque has llorado y consolado y recordado tu nombre en cada víctima, cada muerto, cada exiliado, cada desplazado. Te damos gracias porque sabemos desde tu amor nos hace invencibles en ese mundo. Dios de la esperanza te damos gracias porque nos ha permitido ver la paz, la justicia, la solidaridad, porque nos permites tener esperanza de la reconciliación, de la solidaridad.
Si queremos encontrar el don de la vida, tenemos que ir a donde las personas están sufriendo y que ellas no quieren. Ante los clamores de Colombia sabemos lo que tú nos exiges: amar la justicia, ser solidarios, caminar conjuntamente, y así recibimos todos la bendición del Dios de la vida, Padre hijo y espíritu santo para que venga para todos y todas la vida en abundancia. Haznos artesanos y artesanas de la paz, con una vida con justicia y vivir con gracias en la tierra. Amen”.
Muchas gracias a todos por el tiempo y a quien nos siguen por acompañarnos.
Tal vez te inerese leer: