El pasado 29 de noviembre de 2021 se realizó el conversatorio sobre el balance de los acuerdos de paz a cinco años de su firma. Participó Sandra Lobo, del partido de los Comúnes, Camilo González Posso, de Indepaz., y David Flórez de Viva la Ciudadanía. Ese espacio se dio en el marco de la Asamblea Nacional de DiPaz.
Por Carolina Toro, DiPaz.
Bogotá, Cundinamarca. Después de probar el audio y algunos ajustes técnicos, arrancamos el foro entorno a la implementación del acuerdo final de paz tras cinco años de su firma. Daniel Ballesteros, Secretario Técnico de DiPaz, da la gracias a todos por el tiempo y presenta al panel que está conformado por Camilo González Posso, presidente de Indepaz, La congresista Sandra Lobo, Partido Comunes, y David Flórez de Viva La Ciudadanía. Da la bienvenida a los asistentes que vienen de parte de las organizaciones sociales a la Asamblea de DiPaz y agradece también a los delegados de la visita internacional que han estado visitando los espacios y que han hecho un acompañamiento pastoral.
Luego se presenta y explica la dinámica del espacio. Es un panel de expertos y yo voy a moderar este espacio. Voy mencionando los nombres de cada uno de ustedes, un tema y una pregunta y cada uno desde su singularidad qué opinan de esa pregunta. Trabajamos hasta las 3:30 de la tarde y luego regresamos para finalizar.
Doctor Camilo quiero que hablemos un poco al respecto de un tema que nos convoca y nos importa y es lo relacionado con el balance del acuerdo de paz, usted desde la organización que representa, ¿cuál es el balance que realizan del Acuerdo de Paz?
Hay que mirar el balance en varias dimensiones. Histórico, en los mecanismos de implementación y los retos que se nos han impuesto. Frente al primero, ese acuerdo se da en el cierre de una historia de confrontaciones de un conflicto de más de 60 años. Lo que identifica este acuerdo es tratar de caminar en esa era de posconflicto hasta llegar a la era de paz.
Ha habido una disminución de las confrontaciones, más del 90% en casi todos los indicadores en la primera década de ese siglo han disminuido, hemos pasado de una situación de guerra a una situación de confrontaciones menores. Lógico, si uno conversa con una comunidad en Tumaco o del Pacífico y el Catatumbo ellos van a decir que están en confrontaciones peores, pero en su conjunto si ha habido una transformación. Es un cambio histórico que ha sido difícil, traumático con reacomodos políticos, sociales, miliares y de violencia que indican la posibilidad.

«Hay que mirar el balance en varias dimensiones. Histórico, en los mecanismos de implementación y los retos que se nos han impuesto, con la expectativa de las elecciones 2022», señaló González Posso durante su intervención.. Foto: Camilo Franco, Independiente.
En cuanto a los mecanismos de implementación, hay dos fases. La primera, en la administración Santos se pusieron unos ejes en cuanto a la institucionalidad, en cuanto a todo lo que fuera de aprobación, de leyes y mandatos. Es un acuerdo de sociedad y Estado de una gran vigilancia internacional, pero además se puso en marcha la dejación de las armas, la transformación de espacios y vacíos políticos y la justicia transicional.
Y algo más importante. Se le dio espacio de emergencia en Colombia a un gran movimiento social democratizante por la paz. Mencionó dos elementos solamente. Por ejemplo, a los planes de desarrollo territorial convocados por el acuerdo concurrieron 220 mil personas a planificar el desarrollo de 170 municipios, un hecho insólito por las expectativas y la esperanza. Y en segundo lugar, se presentó un sunami a los campesinos cocaleros para acercarnos a la realidad. Cien familias firmaron contratos, 108 mil familias firmaron contratos colectivos y otras 150 mil en la ruralidad. Fueron 400 mil familias beneficiadas en el primer año.
En la segunda fase, gana un candidato del Centro Democrático contrario a los acuerdos, y para la segunda vuelta hacen un acuerdo con un sector, cambiando el acuerdo por la Paz con Legalidad y por eso se ha aplicado la paz a medias, recortando los aspectos transformadores de ampliación democrática y de reforma social, eso se expresa que el acuerdo no se ha cumplido más del 5% en reforma rural, incluso en materia de tierras solo se han entregado 3 mil de 3 millones, se hecho para la política de sustitución de cultivos, no se han aprobado las reformas política y se ha precipitado una crisis de seguridad amenazando la vida de los líderes y excombatientes y no han logrado hacer trisas el acuerdo por el movimiento de paz.
Mas del 75% la población ha manifestado su respaldo a las protestas, fue una insubordinación por la paz extraordinaria y un reacomodo social y político, en aras de la coyuntura electoral. Yo diría que la perspectiva es que la sociedad Colombia ha hecho una nueva mentalidad mayoritaria de no violencia en el país, pero hay un problema de desfase con el poderío de las maquinarias, del narcotráfico y de las mafias, que impiden que se expresen de manera real la situación de emergencia democrática y por la paz eso da un camino difícil y de incertidumbres.
Esto nos augura un panorama de confrontaciones. Por un lado, si gana un candidato de acuerdo con el proceso de paz, las luchas serán más pacificas, si por el contrario, gana un sector contrario al acuerdo de paz habrá más violencia. Colombia está en un proceso irreversible, no habrá una guerra como en los años sesenta, pero si unas violencias mafiosas, vinculadas a las armas y a las drogas, pero en esa encrucijada manejamos un optimismo moderado frente a que la próxima década siga siendo una década para la paz.
Muchas gracias Camilo, le quiero dar la palabra a Sandra para que nos de su impresión no solo como parte del partido de los Comunes, sino como senadora y como firmante.

«Lo importante es que tenemos el acuerdo y se pensó para superar las causas que nos generar el conflicto. A mi me tocó la violencia, la guerra y la que ha vivido Colombia no es de 50 años, la guerra es más de 70 años», indicó Sandra Lobo en el foro sobre el balance de los acuerdos de paz después de 5 años. Foto: Camilo Franco, Independiente.
Primero que todo muchas gracias por la invitación a DiPaz y saludo a los panelista al Doctor Camilo y a David y a los que nos escuchan que están a través de las redes viendo esta actividad. Vemos que los acuerdos tienen partes positivas y partes negativas. Lo positivo es que estamos firmes en el acuerdo y que estamos haciendo un acuerdo que vamos a defender.
El acuerdo no es una carta para el niño Dios para que el Gobierno diga que va a implementar y que no, hay que implementarlo integralmente. Yo no puedo hablar de reforma integral, de implementación, es una paz completa, y cada punto depende uno del otro. En los territorios se ha incrementado la paz. Hay que resolver el problema de las drogas indígenas, es un problema porque los campesinos traspasaron la frontera agrícola dentro del conflicto, que hace que el campesino sobreviva con los cultivos ilícitos.
El doctor Camilo dice que hemos avanzado solo con 100 mil familias pero el Gobierno lo paralizó, y en una sola región conflictiva como es el Catatumbo, eso no se avanza. En el gobierno de Juan Manuel Sanos avanzó un poquito, pero el gobierno del presidente Duque no hemos avanzado en nada.
En el Senado no hemos recibido proyectos de ley que sean sobre la implementación del acuerdo, si hemos recibido sobre la ley estatutaria de la JEP, en el sistema hay avance en la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, en la CEV, a la cual se le amplió el mandato porque se necesita escuchar a las víctimas y a los actores del conflicto para como sociedad crear una verdad que nos sane, nos reconcilie y nos perdone. Una sociedad con una paz verdadera, una verdad para construir una sociedad en verdad reconciliada.
Lo importante es que tenemos el acuerdo y se pensó para superar las causas que nos generar el conflicto. A mi me tocó la violencia, la guerra y la que ha vivido Colombia no es de 50 años, la guerra es más de 70 años. Ese es un reclamo constante que me hace mi mamá cuando hablamos de esos temas.
Tenemos un acuerdo que ha permitido silenciar lo fusiles y logramos que todos los colombianos podamos ver y generar a ciencia cierta todas las desigualdades y sobre todo como está el país de desbastado por la minería, por el problema del cambio climático, todo lo que está ocurriendo en los territorios en esos temas fundamentales de los acuerdos; y vemos que no hemos avanzado, que no nos hemos sino avanzados en pequeñas cosas en cada uno de los puntos del acuerdo. Estamos planeando una estrategia de no estigmatización, que no existe. Debería estar incluida en un programa con una política publica para ese tema que es tan importante para el acuerdo de paz.
Muchas gracias. Misma pregunta. Cuál es el balance como representante de la organización y asesor de incidencia de Viva la Ciudadanía realiza. Buenas tardes, ¿me escuchan? Ok. Más allá del balance, que habría que hacer de forma detallada, queremos hacer hincapié en tres avances en términos políticos. El primer avance, es que la guerra ha dejado de ser el eje articulador de la vida social y política de oposición. Esto que significa, que le conjunto de fenómenos y realidades de la vida social han dejado de ser entendidas como fenómenos asociados a la guerra.
Por muchos años se asumió que la protesta social no era un derecho fundamental de la ciudadanía, sino que era parte de una amenaza insurgente. Hoy afortunadamente y gracias al acuerdo de paz, se entendió como un derecho ciudadano. Y eso hace que la gente se involucre y participe ciudadanamente. Esto permitió entender las protestas como una amenaza terrorista.
Camilo, quisiera preguntarle por los avances de los diálogos sobre los procesos de negociación con ELN, cuál es le llamado que se le puede hacer a ambas partes.
Bueno, los diálogos que se realizaron con la administración Santos con el ELN, una hipótesis de comunicación para un cese al fuego de las hostilidades ya en la fase de las negociaciones en La Habana o después de cerrarse las posibilidades en Quitó, quedo en punta y no se logró concretar nada. El nuevo Gobierno descartó ese diálogo y cerró esa fase exploratoria. Lo que hay que decir es que hemos hecho un retroceso en el tema; no hay ninguna posibilidad a mi juicio de que se reanuden diálogos con el actual Gobierno y el ELN. No están dispuestos, ninguna de las partes, a ceder y no hay credibilidad.
ELN mantiene como exigencia que se retome en la mesa como punto de referencia lo de las conversaciones anteriores. Ese escenario no es posible porque el ELN no ha aprobado hacer negociaciones de paz, no para llegar un acuerdo. Eso es una fase de negociación, no una posibilidad de dejar la guerra, no está contemplado aún esa parte para pasar a la exploración, a la negociación y de ahí al fin del conflicto. Para llegar a ese punto tendría que pasar por un proceso que no ha ocurrido, las expectativas están en el próximo gobierno, no es fácil el diálogo con el ELN.
Si es un Gobierno de izquierda va a estar limitado por nunca más al ELN lo que se negoció con las FARC, y en es que en la práctica ese acuerdo se ha ido cambiando y restituyendo. Entonces esto es un panorama difícil. Además, ha dicho que el asunto de las armas no va a estar en negociación hasta tanto el asunto sea posterior a las reformas y a las transformaciones. Estamos un diálogo casi imposible, porque si hay transformaciones en una dinámica que puedan generar esas dinámicas para una solución negociada.
No debe declinarse las negociaciones en el ELN, hay que colocara la agenda de pactos humanitarios parcial, regional y sentar las premisas para que en el próximo Gobierno se abrán caminos con nuevos escenarios en el punto que los dejó la organización sanos sin condiciones previas como punto de partida para buscar caminos a una solución negociada con el ELN y también con otros sectores.

«Es el momento de hacer campañas humanitarias en los medios alternaivos para hacerle contrapeso a los grandes medios de comunicaciones. Así se genera la incidencia que necesitamos», manifestó el director de Indepaz. Foto: Camilo Franco, independiente.
Yo creo que se da difícil la situación de la incidencia, insisten que en un canal político para ver si hay cambios, hay que explorar para una paz más completa, diálogos para un acuerdo de paz, que no le quite virtudes al logrado con la FARC, pero que vaya a posicionando los nuevos actores. No se hará si favorece a la ultraderecha, pero puede ser un camino.
Perfecto don Camilo. Sandra tiene la palabra. Seguimos acá con todos nosotros hablando de la paz que tanto necesita Colombia e incluimos los diálogos con el ELN, sino también con los otros grupos que están al margen de la ley, por el tiempo cuando uno está allá, somos rebeldes, insurrectos, el desmantelamiento de los grupos paramilitares en Colombia y es increíble que existan más de 14 grupos después de la firma de un acuerdo de paz, es que es obligación del Estado atender sus demandas, y es que el gobierno ya tiene su responsabilidad en el grado de violencia, en esa realidad.
Sobre todo desde la sociedad implementar un pacto político de no uso de las armas en el ejercicio de la política, lo necesitas. Por eso hablamos de la paz completa para poder hablar, construir, escuchar, reconocer, mirarnos a los ojos y opinar diferente y que eso no sea motivo para que nos eliminen, que es lo que nos está ocurriendo; hay más de 290 asesinatos de los excombatientes. Nos disparan del ejército, los paramilitares, del ELN, por eso proponemos ese pacto y desescalar el lenguaje, por eso pedimos por tercera vez la paz completa, una que vienen de todos, claro le corresponde al Estado porque es el que debe controlar las armas, pero no con violencia.
Como tener ese control en los territorios, con salud, con educación, con oportunidades que nosotros no tuvimos, que particularmente yo no tuve, con trabajo digno, con reactivación del campo, con vías terciarias que son las que nos conectan como país, que nos acercan al campo. Tenemos trochas donde los campesinos sufren para traer sus productos para comercializar, y le pagan cualquier bobada y si no, llévense sus cosas.
Nosotros no tenemos 6 o 7 años finalmente con la firma, no. Nosotros estamos en eso desde 1983 y llegamos a esta negociación en un acuerdo de paz. En esas diversas oportunidades fue siempre con el Gobierno nacional, fue un proceso larguísimo en busca de la solución política del conflicto del país. Se necesita voluntad policía, confianza y reconocimiento y en ese Gobierno no se va a lograr nada. Y en el siguiente gobierno tenemos que avanza en este proceso de escuchar, y dialogar con las fuerzas que enseñan las armas.
Antes de darle la palabra, por razones técnicas, pensé que había terminado, si desea puede continuar y opinar sobre esa pregunta.
Respecto a la pregunta estaba diciendo que uno de los tres avances, que la guerra no articula la política nacional. Una agenda democrática en la liberación pública, no solo los cinco puntos que proponen el acuerdo. Se logró después de un intenso debate de sectores amplios. Esto ha llevado que sea muy difícil hablar sobre las drogas si referirse al acuerdo de paz. Es difícil de hablar de la vida política de los partidos, sin la necesidad de una reforma política.
El acuerdo ha corrido la cerca hacia la democracia y un enfoque más garantiza. No hay debate sin que se refiera algunos de los postulados planteados en el acuerdo de paz. Y la tercera es los avances que hubo en la implementación Legislativa, logrando un avance en la creación de una institucionalidad para la paz, apesar del saboteo, del intento de modificarlo, lo cierto es que está funcionando. Y tienen resultado. La vigencia del estatuto de la oposición es un ejemplo. Los partidos políticos están en la obligación de informar si son o no de oposición. Y eso es una transformación que aunque parecen menor cambia el panorama político. Además, la oposición puede hacerle replica. Hablemos de lo que va generar las 16 circuncisiones de paz en esta composición. Esos elementos quedan ahí para discusión.
En cuanto al ELN. Hay dos aristas. No lo que nos ha enseñado el acuerdo de paz es que es muy importante y se avanzó mucho, pero necesitamos desactivar buena pare de las violencias armadas del país y ahí hay una clave, y debe avanzar en lo que Viva la Ciudadanía hemos llamado la paz total que no es otra cosa que la desinstalación de las violencias armadas del país, una son los diálogos y también mecanismos del sometimiento y el acogimiento a la justicia.
Y lo segundo, la agenda que se pactó con ELN en el 2016 tienen que ver con la participación de la ciudadanía, con reformas institucionales para garantizar la protesta social y el derecho de las víctimas. Esos puntos llegan a complementar lo planteado en La Habana, que de llevar a feliz término significaría nuevas instituciones democráticas en el país. Pero además, un nuevo dialogo sería poner de nuevo presente la discusión sobre la paz.
Gracias a ti David. Esta es nuestra tercera pregunta es el llamado se debe hacer al Gobierno colombiano en materia a la crítica situación de derechos humanos de los líderes y excombatientes.
Calificar estos sistemas como azarosos y en el mejor de los casos como resultado del narcotráfico. Siempre que hay un avance en la fiscalía se remiten que ante las circunstancias la violencia se debe a luchas internas dentro de las disidencias, y la victimatización del discurso y la estigmatización del} mismo. Debe haber un replanteamiento por pare del Gobierno para lograr una caracterización del fenómeno.
Estamos ante un fenómeno generalizado con patrones claros, y su agravamiento está enmarcado y directamente relacionado con la no implementación del acuerdo de paz. Los territorios donde estas violencias se presentan son los territorios donde persiste el conflicto, en donde no hay garantías por parte del Estado, por eso una estrategia puede ser la implementación del acuerdo y unas políticas sociales de fondo.

«No debe declinarse las negociaciones en el ELN, hay que colocara la agenda de pactos humanitarios parcial, regional y sentar las premisas para que en el próximo Gobierno se abrán caminos con nuevos escenarios en el punto que los dejó la organización, sin condiciones previas como punto de partida para buscar caminos a una solución negociada con el ELN y también con otros sectores», señaló la senadora Lobo. Foto: Camilo Franco, Independiente.
Con esto cambia el concepto de que Colombia sigue en guerra, y debe planearse una doctrina para la paz que no tenga como eje la militarización y que se trata de una militarización para megaproyectos; mientras eso no cambie seguiremos en la violencia. Sectores que se opusieron y dijeron que solo había dinámica de violencias, insisten en la guerra y eso los convierte en incitadores.
El llamado es a un replanteamiento y un empoderamiento de las comunidades donde sean pensadas nuevas proyecciones. Se han presentado una disminución de las violencias, pero hay una constante el empoderamiento de las comunidades y ahí es donde se estabiliza la región. Siguen pasando cosas, tienen que ver con la autoprotección, las bases y el desarrollo a las resistencias.
Esto no quiere que hay que dejar de lado las políticas públicas, la incidencia en la necesidad de la implementación de los acuerdos. Entre otras, la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad para presionar al Gobierno a que cumpla su deber de garantizar la vida con planes de acción efectivos. Una policía de seguridad urbana de paz, de prolongar la vida y poner la vida por encima de las lógicas contra la guerra, contra las drogas, contra narcotráfico, contra Venezuela. Las estructuras militares lo que predican no contribuye a proteger la vida, sino que son gasolina para un incendio en nuestro país.
Gracias Doctor Camilo, Sandra
Muchas gracias Daniel, el enemigo interno con el que se enfrentan las fuerzas públicas de nuestro país es él que no piensa como el de nosotros, ese es el enemigo. Ganaron la guerra en los medios de comunicación y eso es muy delicado. Hay que crear una seguridad humana, de paz, que conozca al otro, en donde se empodere a las fuerzas miliares, no con el odio, ni con la violencia.
Lo que ellos me cuentan hoy es que los obligaban a cantar haciendo la gimnasia. Mis hermanos que militaban en la fuerza pública, ellos no querían, nunca encontrarse conmigo porque mis estaban en el otro bando. Y esa misma mentalidad no han cambiado desde el 2016 dentro de un país. Ahora, a unas nuevas posibilidades con los avances de movilización social y principalmente la de los jóvenes.
Y lo han hecho con arte, cultura y expresiones hermosas y la respuesta del Gobierno ha sido muy violenta, más de 100 jóvenes mutilados, los jóvenes asesinados, los sueños de nuestro país sino cambiemos esa doctrina de muere que sigue imperando. Mientras las fuerzas armadas no hagan el tránsito de la guerra a la paz, incluidas las instituciones dentro del país, no se hará un cambio.
Unas instituciones como el Congreso, los entes del control y otras más que se me escapan hay que hacer ese cambio con que herramientas con el acuerdo que se firmó en La Habana, el reconocimiento permanente al que piensa diferente. Darle reconocimiento hace que se genere una empatía frente a la fuerza pública, a la institucionalidad; al contrario se hace una distancia; por eso nosotros creemos que eso también hace parte de los derechos humanos, estamos en proceso de reconocimiento de las personas, queremos hacer una catarsis mirándonos a los ojos, lo necesitamos urgentemente.
Me quiero salir del tema refiriéndome al apoyo de la comunidad internacional. En el parlamento español por parte de las comunidades catalanas. El estallido social suscitó varias visitas de la comunidad internacional. En España se presentó un informe que también se a van a presentar frente al parlamento europeo, y ese reconocimiento de las violencias que se presentan en Colombia es muy importante porque se ve la realidad del país. No hay presentación de que haya tanta violencia después de la firma de unos acuerdos de paz.
Muchas gracias. Doctor David.
Yo comenzaría donde terminó Sandra, las herramientas mismas, no la solución, sino un número importante de herramientas para detener los asesinatos de los lideres, que están en el propio acuerdo. En donde se planeaban políticas públicas que no se han desarrollado y no se han usado en el espíritu y el propósito del acuerdo. Por el contrario, el presidente lo que hizo fue acotar estas acciones siempre que fueran diferentes planteadas al acuerdo de paz, y ya vemos como es el resultado que se está viviendo en vida humanas.
El llamado es a respetar el acuerdo de paz y hacer las herramientas políticas. De manera que los gobiernos interpreten el acuerdo de paz, especialmente en materia de derechos humanos, DIH, y derechos fundamentales, el primer llamado es que respecto el acuerdo y use las herramientas allí consignadas. El llamado al gobierno Duque debe ser sin duda facilitar esa transición, pero uno percibe que las decisiones del actual Gobierno, es obstaculizar todas las herramientas que pueda tener el próximo Gobierno. Se fortalece la jurisdicción especial de paz, debería tomarse más decisiones en esa lógica, para garantizar que el próximo Gobierno tuviera un rubro de Estado.
Nuevamente tomamos este foro en el marco de la Asamblea y nuevamente agradecemos al doctor Camilo, a Sandra y a David. Y teniendo en cuenta el tiempo, vamos a dar espacio para que levantar sus manos y transmitan las dudas inquietudes, comentarios respecto a la realidad nacional.
Mientras la piensa. Quisiera preguntarles como visibilizan ustedes la importancia del sector ecuménicos respecto a las elecciones del 2022.
Me parece que acá juga muchísimo en las elecciones porque eso nos concierne a todos los colombianos, que tiene tanta incidencia, tanta presencia en territorio y que debe incidir muchísimo a inclinar la balanza. Yo para no entra en campaña proselitista, pero creo que es fundamental. Se pueden promover candidatos independientes, son 16 curules en juego y hay que analizar quienes son los candidatos, es un asunto urgente, quiénes son los candidatos, y allá la gente tendrá una oportunidad de votar.
Lo mismo que para congreso, ese será el encargado de completar el parque legislativo, ya conformadas las normas, es muy importante interventor de manera muy activa, promoviendo los candidatos que estén a favor de la paz. Son asuntos éticos mínimos, oposición radical a la guerra y a una distribución de la riqueza; parece algo elemental pero ahí es donde está la línea divisoria, ya en el pasado las organizaciones de fe han hechos papeles importantes, pero también hemos viso que algunos se afiliaron de una manera fanática con las oposiciones. Una sociedad más grande y más equitativa, una oposición radical a la guerra, en favor a la paz, a la democracia y a una distribución de la riqueza.
Acuerdo de que eran favorables al homosexualismo, también me llegaron las arengas de muchos pastores que decían que los demonios se estaban metiendo por la puerta de adelante, uno cree es que es mentira, pero o no. Este país es muy religioso, es una base creyente, además, necesita creer en la espiritualidad, la voz que se levante tiene audiencia y lo esencia debe ser del cuidado de la vida, para que no la juguemos toda, no ha posibilidades de indiferencia porque cualquier cosa hace la diferencia, y puede ser un final de fotofinish entre la paz y los fanatismos de la guerra.
Le doy la palabra a Sandra.
Yo pienso que la iglesia tienen una gran tarea, una gran labor es un sector importante es un sector que puede apoyar muchísimo a la gente, a las comunidades para que generar conciencia y que hagan conciencia y sobre todo en el deber y en los derechos que tiene uno de votar, un potencial electoral grande en el país, ese potencial electoral grande en el país, peor la mitad no vota.
Es un trabajo que a nosotros nos toca hacerlo a todos para motivar a esa gran masa para votar, es vial que en si no tienen valor, es un principio, es la enorme responsabilidad para genera responsabilidad. Hay que ver la propuesta de los candidatos para ver qué acuerdo llegan con las comunidades con la paz, con la salud, atención a la primera infancia, la matricula cero para que puedan educarse los más desfavorecidos porque ahí empieza la paz.
El que se comprometa con el medio ambiente, con el trabajo digno, esa es nuestra barrera permanente. Cero violencia contra las mujeres son las pequeñas cosas en derechos. Que siempre este el Estado en la participación de las mujeres que son ejecutoras, planeadoras y es una sociedad donde somos más del 50 % de la población. En el congreso no somos ni el 20%. Quiénes han sufrido el conflicto, las mujeres, huérfanas, sin esposo, sin sus padres, desplazadas, es una deuda histórica que también se repara con la participación de las mujeres en el país.
Desde Dipaz también estamos buscando la policía de generó marcando la diferencia de sector religiosos que están en contra del empoderamiento femenino, Dr. David tiene la palabra.
Yo me retorno al plebiscito y un poco la derrota del plebiscito se debió a que no fuimos capaces de construir un discurso que conectara con la emocionalidades, y el arraigo religioso mientras los que se opusieron si construyeron un discurso que apelaba a esa espiritualidad, porque por supuesto tienen una representaciones, uno símbolos que allí se pueden dar, la posibilidad para que la paz sea central en la coyuntura electoral del 2022 pasan en esa perspectiva también.
Como logramos que los millones que votaron en contra de paz nos sintonicemos en una postura de la paz, que signifique ir en contra de sus creencias, de su espiritualidad, sería un aporte fundamenta. Ahora bien, como reactivamos la movilización por la paz, la idea es como retomamos ese espíritu de seguir hablando de paz, de seguir construyendo paz, no solamente que sean temas de la agenda de paz, para que en un nuevo gobierno avance hacia la paz.
Muchísimas gracias. Ahora nuevamente quisiera saber si tiene alguna pregunta para nuestros panelistas- Adelante.
Adelaida Jiménez, hablando de plebiscito que ayudó al no, ayudo los medios de comunicación. Cuál es la lectura que ustedes realizan de los medios de comunicación. Y el voto evangélico conservador.
La percepción que tenemos los medios de comunicación, nos apoyamos en medios alternativos, nos estamos apoyando para dale una lectura del acuerdo, los medios masivos no han hecho un cambio en su presentación, en su paradigma, Nosotros sufrimos una estigmatización permanente son palabras que se convierten en balas. No ayudan, no generar procesos de reconciliación, al contrario, el odio, el rechazo, eso es lo que generan. Yo hablo de la transición de la guerra a la paz.
Si hay alguien que tienen gran responsabilidad de la guerra son ellos, porque estigmatizaron permanente a quien opinaba diferente, a quien critica. Si tenemos una gran labor a ver como logramos que esas cosas se equilibren un poco para que sea otra la relación de fuerzas.
La ley de paridad es un inicio, pero pensamos que el pacto histórico si es la oportunidad para que muchas mujeres puedan llegar a espacios de decisión como en el Congreso porque hay un líder importante si no tiene una maquinaria detrás seguro no llegan. Pero campañas de participación en las listas, esperamos que si seamos tenidas en cuenta en los partidos para pensar como nos proyectamos como mujeres a la participación no para que lleguen en cuerpo ajeno.
Lo que significa dar una participación por nuestros derechos. Y lo dejó al doctor Camilo, no podemos seguir con esas prácticas. Hay que desarrollar una intervención a propósito de la protección de los líderes en la pasado, se han hecho unas actividades para firmen un documento en el cual me comprometo, hago un llamado a la protección de la vida y condeno toda forma de violencia y convocamos para que todos se unan a esta protección, de lideres y comunidades.

«Desde la sociedad hay que implementar un pacto político de no uso de las armas en el ejercicio de la política, lo necesitamos. Por eso hablamos de la paz completa para poder hablar, construir, escuchar, reconocer, mirarnos a los ojos y opinar diferente y que eso no sea motivo para que nos eliminen!», dijo Sandra Lobo en su intervención, Foto: Camilo Franco, independiente.
Eso permite meter ese tema dentro del discurso. Hay pocos temas como el cumplimiento de los acuerdos, es un momento oportuno para fomentar esos pacos por la vida. Ya un escenario relacionado para subirle el volumen a todo lo que tienen que ver con el respeto unilateral por parte de todos los sectores armados por los acuerdos humanitarios, unos los llaman pactos, de hecho hay pactos activos, pero bilaterales de cese al fuego. Es algo muy complejo, en cambio el acercamiento unilateral puede ser una campaña más difícil que las que guían a la acciones violencia. Hay oras catálogos para fortalecer a los grupos comunitarios, esto en relación con los líderes.
En cuanto a los medios hay iniciativas de los medios que se pueden retomar. Las radios comunitarias; es el momento de hacer campañas humanitarias para hacerle contrapeso a los grandes medios de comunicaciones. Hay algunos más flexibles que respetan la independencia del periodistas pero son la excepción, hay que buscar medios alternativos. En cuanto a los pastores, frente a eso no veo que exista una acción distinta a persistir en un discurso éticos frente a la negación de los discursos de odio, una fuerza que neutralice el fanatismo que se utiliza en los discursos seudoreligiosos.
Pero cuando se trata de todo lo demás, debemos ir juntos con un acuerdo, por ejemplo cuando los excombatientes de las Farc hacen el ejercicio de su opinión política son estigmatizados; la paz se ve muy bien cuando tiene que ver con los discursos económicos pero no está muy bien cuando se pone en una posición política. Cuando ese discurso de la paz se limita al desarme tiene implicaciones en la opinión pública grande, en relación al tema de la parida, es importante en el tema de las mujeres porque les da más participación, pero esas medias deben ir acompañadas de agenciamientos en términos que no necesariamente impliquen que se defiendan los derechos de las mujeres.
Hay que tener cuidado que no sean usados por hombres para poner a mujeres para usarlas a su favor y no que luchen por sus derechos, No que sean de forma decorativa. Recordemos que en el gobierno Duque había parida pero eso significó poco en materia de derechos de las mujeres. Es importante la paridad, significa un avance pero no solo es eso. Y por último, frente al asesinato de los lideres sociales. Yo creo que tenemos un área enorme para cesar con esa normalización del asesinato. La masificación del asesinato es que se normalice más 296 excombatientes asesinados después del acuerdo. Indepaz habla de 1900 líderes, que no son cifras menores y no deberíamos estar hablando de cifras, sino darle un nombre, una familia, un contexto, que permita humanizar esos asesinatos..
Muchas gracias Dr. David de Viva la Ciudadanía.
Harold. Las dificultades es el rearme. ¿Qué se hace para evitar que los firmantes vuelvan a las armas?
Bien, por esa pregunta, responde Sandra. Que estamos haciendo, La reincorporación es el 4 o 3 %, es lo que tenemos calculado. Eso ha generado mucha incertidumbre para la producción de proyectos productivos. El 95% éramos campesinos y como al aspiramos a trabajar en proyectos agropecuarios, no nos da pereza sembrar la tierra, cultivarla, quererla, amarla, pero ni siquiera los espacios cuentan con tierras. Los proyectos productivos están en tierras arrendadas.
El gobierno todo lo quiere volver arriendo. Es difícil porque eso genera incertidumbres. Nosotros estamos en un proceso de diálogo, de formar cooperativas para estar articulados. La comunidad internacional nos ha apoyado y se ha logrado avanzar en proyectos productivos, incluso en el 5º aniversario se llevaron los proyectos productivos de diferentes espacios como café, adornos, ropa, artesanías y eso nos une. Hoy tenemos que no somos unidades sino familias, y muchos familiares.
En las NAR hay más de mil niños, no solo somos personas sino núcleos familiares en eso hemos sido productivos. ¿Qué hacemos? un permanente apoyo para vincular a los compañeros, en buscarlos, en llamarlos, que estén vinculados al partido, y eso nos ha ayudado a mantener casi a los 12 mil compañeros que están en la nuevas áreas de reincorporación con sus familias y trabajando en pequeños proyectos en la fincas.
Muchas gracias a todos por su participación.
