El arte, un escenario para hacer memoria

Bogota mural1 El arte, un escenario para hacer memoria

Con el propósito de generar espacios de divulgación y visibilización de los procesos de recuperación de memoria articulado a los procesos de construcción de paz se realizó el pasado 31 de octubre en el barrio Guacamayas, localidad de San Cristobal, Bogotá, la realización de un mural que permitiera plasmar la transformación interior, la reconciliación y la construcción del tejido social. Iniciativa impulsada por la regional Bogotá, Centro de DiPaz.

Por Carolina Toro, DiPaz.

Bogotá, Cundinamarca. El pasado 31 de octubre en el barrio Guacamayas, localidad de San Cristobal, Bogotá, se realizó un mural que permitiera plasmar la transformación interior, la reconciliación, la construcción del tejido social y la memoria. “Estamos generando este tipo de procesos para ir construyendo memoria y cohesión social a través del arte, pero también por medio de iniciativas como la huerta Ayllu Martín que permite que la localidad se integre a procesos de transformación y construcción de paz”, señaló Francisco Nates, miembro de MEC (Movimiento Estudiantil Cristiano), organización miembro de DiPaz.

Este proyecto de la localidad, que también incluye la creación y sostenimiento de la huerta llamada Ayllu Martín (Guacamaya en Embera), busca recoger expresiones artísticas y culturales, que se conviertan en herramientas transformadoras en un territorio golpeado por la pobreza y la violencia; capaces de generar identidad colectiva e individual que permita mejorar condiciones futuras y generar oportunidades de reivindicación social.

Bogota mural El arte, un escenario para hacer memoria

Foto de una parte del mural realizado en el barrio Gucamayas, en la localidad de San Cristobal de Bogotá. Foto. Francisco Nates, miembro de la regional Bogotá Centro de DiPaz.

Según el diagnóstico físico y económico titulado Recorriendo San Cristóbal, realizado en el 2004 por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, se afirma que “San Cristóbal es una de las cuatro localidades de Bogotá consideradas críticas, por tener las más altas proporciones de población pobre […]. Adicionalmente, la localidad concentra la mayor cantidad de población en miseria en relación con el total de su población según NBI (Necesidades Básicas Instisfechas), lo que indica que la problemática de miseria adquiere la mayor relevancia en esta localidad”.

Igualmente, destaca que “esta situación de pobreza no se compadece ni con su historia, ni con su grado de organicidad social, ni con su centralidad, ni con su empuje cultural, ni con su riqueza ambiental”. Y señala que “San Cristóbal es una de las localidades que superan el promedio bogotano de juntas de acción comunal y de consejos comunales elegidos en el 2003”; e indica que “lo cultural nació como un desarrollo de la fuerte cohesión social de la localidad”. 

Bajo este panorama, el proyecto, liderado por la regional Bogotá Centro, surge con el ánimo de evidenciar estos procesos transformadores, en donde emergen espacios de visibilización de acción positivas que contribuyen a la construcción de una comunidad más libre y sana; y permiten la resignificación del tejido social contribuyendo de esta manera a perfilar el comportamiento, la manera de pensar y las respuestas inmediatas por un accionar más tolerante, eficaz, esperanzador y resiliente.

El arte, un escenario para hacer memoria

Con el propósito de generar espacios de divulgación y visibilización de los procesos de recuperación de memoria articulado a los procesos de construcción de paz se realizó el pasado 31 de octubre en el barrio Guacamayas, localidad de San Cristobal, Bogotá, la realización de un mural que permitiera plasmar la transformación interior, la reconciliación y la construcción del tejido social. Iniciativa impulsada por la regional Bogotá, Centro de DiPaz.

Por Carolina Toro, DiPaz.

Bogotá, Cundinamarca. El pasado 31 de octubre en el barrio Guacamayas, localidad de San Cristobal, Bogotá, se realizó un mural que permitiera plasmar la transformación interior, la reconciliación, la construcción del tejido social y la memoria. “Estamos generando este tipo de procesos para ir construyendo memoria y cohesión social a través del arte, pero también por medio de iniciativas como la huerta Ayllu Martín que permite que la localidad se integre a procesos de transformación y construcción de paz”, señaló Francisco Nates, miembro de MEC (Movimiento Estudiantil Cristiano), organización miembro de DiPaz.

Este proyecto de la localidad, que también incluye la creación y sostenimiento de la huerta llamada Ayllu Martín (Guacamaya en Embera), busca recoger expresiones artísticas y culturales, que se conviertan en herramientas transformadoras en un territorio golpeado por la pobreza y la violencia; capaces de generar identidad colectiva e individual que permita mejorar condiciones futuras y generar oportunidades de reivindicación social.

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Foto de la huerta Ayllu Martín que los habitantes del barrio Guacamayas, ubicado en la localidad de San Cristobal en Bogotá, tienen y sostienen dentro de la ciudad. Foto: Carolina Toro, DiPaz.

Según el diagnóstico físico y económico titulado Recorriendo San Cristóbal, realizado en el 2004 por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, se afirma que “San Cristóbal es una de las cuatro localidades de Bogotá consideradas críticas, por tener las más altas proporciones de población pobre […]. Adicionalmente, la localidad concentra la mayor cantidad de población en miseria en relación con el total de su población según NBI (Necesidades Básicas Instisfechas), lo que indica que la problemática de miseria adquiere la mayor relevancia en esta localidad”.

Igualmente, destaca que “esta situación de pobreza no se compadece ni con su historia, ni con su grado de organicidad social, ni con su centralidad, ni con su empuje cultural, ni con su riqueza ambiental”. Y señala que “San Cristóbal es una de las localidades que superan el promedio bogotano de juntas de acción comunal y de consejos comunales elegidos en el 2003”; e indica que “lo cultural nació como un desarrollo de la fuerte cohesión social de la localidad”. 

Bajo este panorama, el proyecto, liderado por la regional Bogotá Centro, surge con el ánimo de evidenciar estos procesos transformadores, en donde emergen espacios de visibilización de acción positivas que contribuyen a la construcción de una comunidad más libre y sana; y permiten la resignificación del tejido social contribuyendo de esta manera a perfilar el comportamiento, la manera de pensar y las respuestas inmediatas por un accionar más tolerante, eficaz, esperanzador y resiliente.

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