¡Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio!
Bogotá. En una comunicación publicada este 17 de Abril, en el marco del Encuentro impulsado por Defendamos La Paz, la Arzobispa Antje Jackelén de la Iglesia Sueca aseguró que fue muy grato para ella recibir la noticia del cese unilateral por parte del ELN e instó al gobierno nacional para que se retomen los esfuerzos en la búsqueda de la paz de Colombia con ese grupo insurgente.
Al mismo tiempo la Arzobispa aseguró que aunque este tiempo de pandemia y de cuarentena en el que se definió el cese unilateral en Colombia, es un tiempo para preguntas profundas “¿Cómo deseamos vivir juntas y juntos? ¿Qué es lo que más valoramos en la vida? ¿Cómo construimos nuestra resiliencia colectiva ante los desafíos que nos enfrentamos como sociedad? Colombia merece paz” aseguró la lidereza eclesial.
Como un punto clave de la comunicación la Arzobispa señaló que es necesario que, tanto el ELN como el gobierno nacional, respeten los espacios humanitarios definidos por las comunidades para resguardarse de la guerra, dado que ese respeto puede abrir la puerta a alivios necesarios para quienes sufren la guerra. Además resaltó que es necesario que se contemple la posibilidad de un cese al fuego bilateral.
A continuación el texto de la carta de la Arzobispa.
«Apreciados hermanos y hermanas de Defendamos la Paz,
Reciban mi profundo agradecimiento por la invitación a este espacio que alimenta la esperanza, el amor y la valentía, felicito a los y las organizadoras. Los días tormentosos que estamos viviendo nos llaman, como iglesia y actor de fé, a tomar el lado del amor, de la esperanza y de la valentía.
Es nuestro deber cuidar a nuestros hermanos y hermanas, en particular a las personas que por una razón u otra se encuentran en situación de discriminación o desventaja, sea por su identidad de género, etnicidad, condición socioeconómica, edad, afiliación política, religión u otra razón.
La palabra de Dios y los sacramentos nos fortalecen en estos tiempos de pruebas y desafíos. Sabemos que la vida vencerá sobre la muerte. Sabemos que nada nos puede separar del amor de Diós, y como iglesia tenemos la responsabilidad de transmitir ese mensaje a todas y todos por igual.
Cuando me informaron del cese al fuego temporal y unilateral de la guerrilla ELN a finales de marzo de este año, me vino a la mente las palabras de Pablo en la Segunda epístola: ¡Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio! Podemos transformar nuestras preocupaciones en amor.
Los tiempos del coronavirus y los tiempos de guerra son tiempos de miedo y de tormenta, pero nos llama también a la reflexión y al aprendizaje: ¿Cómo deseamos vivir juntas y juntos? ¿Qué es lo que más valoramos en la vida? ¿Cómo construimos nuestra resiliencia colectiva ante los desafíos que nos enfrentamos como sociedad? Colombia merece paz.
Animo a todos los actores armados al cese al fuego, al diálogo entre el Gobierno Colombiano y el ELN, y a respetar los espacios humanitarios pactados e impulsados por comunidades, actores de la sociedad civil y actores de fé.» Antje Jackelén